jueves, 22 de febrero de 2018

TONALIDADES EN LA PIEDRA...

Uno de los monumentos que mas llama la atención a foráneos y residentes de la Ciudad de los Almirantes, es la iglesia de Santa María de Mediavilla y es que esta y su entorno son los protagonistas de mucha parte de la vida social de la vieja India Chica y una de las cosas que desde bien pequeño, siempre me llamo la atención, en mis continuas visitas al corro, es la portada principal del templo, construida siguiendo el modelo gótico, destaco el arco campanel, por el que año tras año los conjuntos procesionales en la tarde noche del Viernes Santo pasan para dar comienzo a la solemne procesión de la Soledad y la decoración de esta, destacando encima del mismo arco, el blasón de los Almirantes y a ambos lados los escudos de la entonces villa. 



Y tomando como ilustración de este articulo, esta magnifica postal de los años 50, de mi colección, podemos observar la diferencia de tonalidad respecto a la piedra original de la obra, mandada construir por los Almirantes en el siglo XV, su edificación siempre fue un tanto accidentada, hasta su finalización...
Y de ahí podemos sacar la conclusión, del porque esta diferencia de color en la jambas pétreas de la portada y es que en el año 1922 y 1923 ante el avanzado estado de descomposición del material constructivo empleado en la parte inferior de la portada, se aconteció una obra, de restauración, en la misma, donde se remplazo la antigua piedra, para así poder reconstruirla dando así a esta bella entrada del templo riosecano la mayor dignidad posible.
La postal también nos muestra parte de las escaleras del antiguo Corro, muy deteriorados por el paso del tiempo, y que gracias al Proyecto Almirante en los 90, se recuperaron, configurando el aspecto actual del mismo.

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martes, 6 de febrero de 2018

HIJO DE VIUDA POBRE...

Con esta entradilla, comienzo el articulo, de esta semana, en la que os presento este documento curioso y a su vez desventurado, primero por la pena de tener una madre, sin su compañero y sin un apoyo para sacar adelante económicamente a su familia y segundo porque el protagonista del papel es huérfano de padre, a día de hoy, doy gracias a Dios por no darme a conocer esa situación en la vida, ni a mi, ni a mi hijo.

Un documento de mi colección, en un estado magnifico, de esos que se pierden en los cajones...
Detalle del sello del Ayuntamiento de Rioseco.

Don Felipe Galindo, como otros tantos riosecanos mozos, eran convocados el día de la talla, en el Ayuntamiento, los cuales y de forma ordenada, como si de un ensayo se tratara de lo que en un futuro les esperaba, pasaban uno a uno por la mesa del secretario, el cual les preguntaba, de forma casi cantada, si tenían algo que alegar a lo que cada mozo, podía contestar:
-Nada.
-Hijo de viuda pobre.
-Corto de vista.
-Pies planos.
-Tengo un hermano en la mili.
-Etc.
Estas eran algunas de las causas por las cuales uno se podía librar del servicio militar obligatorio.
Pero la causa del documento de hoy es la de hijo de viuda pobre, el cual debía de tomar la responsabilidad de ser el sustento familiar, y con este documento firmado en 1941 en el Ayuntamiento de Medina de Rioseco quedaba comunicada la situación y la causa como aceptada, dando tres días para comparecer y si no se entederá que renuncia a su derecho. teniendo que realizar el servicio militar como cualquier otro.
Para generaciones pretéritas, el tiempo del servicio militar era la única ocasión que se salia del pueblo y se veía mundo, pero por otro lado, se consideraba un tiempo de adiestramiento en el que el varón se curtía en la disciplina y la adversidad ya que "a la mili uno iba hacerse hombre", pero en el caso de nuestro protagonista, Don Felipe Galindo ya lo era desde hacia tiempo...

En definitiva, los motivos que alegan los mozos y sus familiares para no ir al servicio militar constituyen un mosaico de vidas riosecanas.