lunes, 28 de agosto de 2017

FUTBOL A LA ANTIGUA...

Portada  de la publicación local...
Comprado en almoneda en Madrid.

Desde que comenzara, mi pequeña afición, nunca en mis manos había caído nada referente al deporte riosecano, y de echo poco conozco del mismo, pero de manera curiosa esta pequeña publicación del Frente de Juventudes, titulada el ECO, dedica una parte de ella a una pequeña crónica futbolista, del 7 de marzo de 1957, y esta es la que me hace pensar en los pilares de lo que unos años mas tarde fundara Don Juan Carlos Navarro, en 1969, han echo que con sus altos y bajos en este devenir de años, el Club Deportivo Rioseco, a día de hoy, sea un club con solera, que escribe cada finde semana, la historia blanquinegra, con goles y con una afición que sigue cada partido con la ilusión puesta, en esa juventud riosecana, que a lo largo de las décadas,  a demostrado que la continuidad del mismo esta asegurada gracias aficionados y directivos, que apuestan por el compromiso a el escudo del club reflejado en la historia de esta nuestra ciudad.


Crónica deportiva de una tarde de fútbol, en la esquina inferior el yugo y las flechas.
Muchas de estas crónicas, fueron escritas por el señor José, abuelo de David Martínez, "Campa" .

lunes, 21 de agosto de 2017

El viejo oficio de pastor...

Son las 10 de la mañana y Cipriano, mozo viejo y pastor de profesión explota una cuadra de ovejas pequeña, de esas de antes, no de las grandes explotaciones agropecuarias de ahora, acompañado de su burro "Pepito" y su callado y zurrón, arranca otra jornada de trabajo en ese viejo oficio, que no conoce ni sábados ni domingos...
El ruido de los cencerros, avisa de la llegada de estas y mas de un vecino, alertado por el ruido, sale hasta la puerta de su casa, para con un simple gesto, saludarlo y desearle que tenga un buen día, quizás el no es consciente pero de tanto convivir solo con ellas, estas se han echo caprichosas y son estas las que eligen su suerte y no el.

El pastor es Cipriano, abuelo de Lolí, Mayte y Carlos Alvarez Moras, la imagen de su trabajo ha permanecido casi
inalterado durante siglos y ha permitido mantener vivos el paisaje y el mundo rural de esta tierra de llanuras cerealistas,,,
Imagen tomada de una serie de postales de mi colección, de los años 60, editada por Ediciones Postal, Burgos.

Y después de una jornada completa de sol a sol, en medio del campo, en completa soledad, sin que nadie rompa el silencio, ni nada interrumpa el paso del tiempo, al caer el sol, otra vez, como lo hicieran las tropas francesas, regresaran por la vereda, con sus validos y esquilas, para después de atravesar el histórico Arco de Ajujar y ellas regresar a su aprisco, en la calle de los Lienzos y Cipriano volver con los suyos, que le esperan con añoranza y ansia, después de largas horas, fuera del hogar...
Quizás Cipriano, no es sabedor de que es testigo de una época en trance de desaparición, el torbellino actual no considera rentable, ni al pastor, ni a sus ovejas y cuando repite su monotonía diaria, alarga el final de este viejo oficio de Tierra de Campos, sin relevo generacional.

Pero una una nota triste oscurece este relato, Cipriano, pastor de piel curtida, de manos endurecidas y de rostro cansado por las largas jornadas, en un día cualquiera, es sorprendido por un peligro, que le obliga a actuar rápidamente, una de sus ovejas, cae al Canal y sin dar tiempo a otra reacción se lanza para intentar salvar la vida del pobre animal, con la mala suerte de encontrarse cercano el sifón que pasa cercano al cementerio, quedando atrapado con ella y convirtiéndose en víctima de su osada heroicidad...

Ojala que la fotografía que encierra esta postal, del Arco Ajujar, tuviera un significado especial para muchos riosecanos y que en ella se reencontraran con el Medina de Rioseco, capital de la Tierra de Campos, donde primaba el esfuerzo de los hombres y de las mujeres, en el duro trabajo diario y a todos aquellos que hicieron posible que nuestra ciudad se convirtiera en un punto de referencia de la agricultura y de la ganadería, a nivel nacional, siendo la oveja churra, un referente en nuestra comarca haciendo con ello posible un lechazo de calidad y siendo este una de las mejores muestras de gastronomía, gracias.

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martes, 15 de agosto de 2017

ULTRAMARINOS DE ANTES...

Muchos de los que leéis, todas las semanas mi blog, encontrareis en mi articulo de hoy, un recuerdo en vuestra vida. Ya que estas tiendas de ultramarinos formaban parte de nuestras calles, llenos de historias, cada uno de ellos, en los que las anécdotas, escenas y momentos vividos en ellos, os harán recordar tiempos pretéritos.


Anuncio publicitario, de un periódico de mi colección, La Libertad, de 1907.
Un perfecto eslogan con todo lo que la afamada tienda acapara para todo su publico.

Las fotos que hoy ilustran este articulo, son del primer tercio del siglo pasado, concretamente de un periódico local riosecano de 1907 y de una vieja guía de 1932 de mi colección, y esconden en cada uno de los anuncios, las costumbres de toda la vida y los gustos de nuestros abuelos.


Los productos que en ellos podíamos encontrar eran los llamados de despensa, embutidos, salazones, licores, conservas y aceites, productos que muchas veces procedían de ultramar, de ahí el nombre tan obvio y convirtiendo con ello a estas tiendas, en las mas completas y surtidas de Rioseco.
Fue durante la posguerra, cuando estas se hacen populares, suministrando gracias a los vales de racionamiento los suministros necesarios para el sustento de cada una de las familias, estas eran anotadas en las diferentes tiendas, para recoger semanalmente los productos, facilitando con ello la vida comercial de los diferentes negocios.


Además, en épocas de penuria económica, como la posguerra, supieron fiar en las tiendas, los clientes llevaban lo necesario cada mañana y al final de mes, liquidaban lo prestado.
Todas estas tiendas facilitaban la comunicación de los vecinos, siendo esta una escena habitual en el interior de cualquier ultramarinos, mientras las señoras esperaban su turno, conversaban sobre los hijos o sobre alguna enfermedad en la familia y el tendero informaba de todos los por menores de la actualidad de nuestra ciudad.


Con la llegada de los primeros hipermercados, se perdió el sabor especial, que cada tienda mantenía con un gusto exquisito, conservas de pescado, arroces, legumbres, mermeladas, bacaladas colgadas del techo, con aquella cuchilla larga, con que partirlas al medio y la imagen única del tendero con la clásica bata y los manguitos, pero lo que si que ha quedado en la memoria de muchos de nuestros vecinos riosecanos, es el cariño y afecto, a cada uno de esos tenderos, porque la historia de cada uno de ellos, va ligada a los recuerdos de cada uno de sus clientes y es que estos, desde su mas tierna infancia, van asociados a personas, situaciones y sitios...


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lunes, 7 de agosto de 2017

SIATA ESPAÑOLA...

Hay ciertas fotografías que esclarecen detalles históricos de nuestra ciudad, con las que podemos recrear el ambiente de una época y así poder descubrir facetas cotidianas, que permanecen silenciosas a cualquier fuente escrita.
Por eso esta fotografía de la Rua Mayor nos muestra personas, objetos y vestimenta que nos hacen situarla en una época, por ello cada vez que publico un artículo nuevo, intento reconstruir la identidad local de todos los que nos sentimos riosecanos.

Fotografía adquirida en Cataluña a fototeca particular.

En la imagen algo llama la atención a dos niños que permanecen con la mirada hacia la calle del Doctor Isidro, medico que atendía en el convento de Santa Clara a riosecanos y de otros lados del reino y que probablemente se le concedió el nombre de la calle por la popularidad que adquirió al atender a vecinos con escasos medios económicos, hoy la calle rebautizada desde 1982, con el nombre de Arzobispo Carlos Amigo, mantiene parte de las históricas viviendas y la casa familiar donde nació nuestro hijo predilecto.
En el lado contrario un hombre camina bajo la sombra proyectada por el soportal del edificio que hoy no ha permanecido en pie, ocupando su lugar un frió bloque de viviendas moderno que poco tiene que ver con la configuración de los edificios colindantes, perdiendo con ello las viviendas con canes y voladizos que se han ido disipando en parte de la calle por inevitables desmanes históricos.
Pero lo que permanece impasible al tiempo es la imagen tomada en agosto de 1964 de la furgoneta seiscientos, mas conocida por siata española y que muchos al leerla os recordara a la furgoneta que habitualmente vemos todas las mañanas de la Panadería María Ángeles en 2017.
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                            
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