viernes, 20 de mayo de 2016

LA FABRICA DE CURTIDOS...

Otro de los negocios pretéritos de la vida comercial de nuestra ciudad, Rioseco, es el de Curtidor, negocio siempre ligado a las famosas ferias y mercados, que esta tierra dio desde tiempos inmemorables, ya que en ella siempre se alojaron por nuestras calles, guarnicioneros, herreros, manteros y alabarderos y talabarteros, por ello quiero rescatar este oficio casi olvidado.
El trabajo de estos curtidores de antes, era un trabajo romántico, de esos que dicen tradicionales, heredados, donde la calidad del producto, sale del esfuerzo diario, por eso quizás hoy desaparecido de nuestros lares, ya que la modernización de los procesos y el abaratamiento de otras localizaciones mundiales, traen consigo el cierre por no poder competir con estos...

Factura de la Fabrica de Curtidos, de Don Matías García Solache, del 22 de Mayo de 1921.
Como curiosidad de esta factura que se puede leer con una perfecta letra decir que las
6 hojas de suela, se fabricaban con cuero procedente de toro ya que este al venir picado de
las banderillas de la Lidia, no tiene un uso para otra cosa y después el toro tiene un cuero
gordo y fuerte, y para finalizar la advertencia de la nota final de la factura sobre la subida
de precios de las pieles, problema que actualmente sigue estando en vigor en los mataderos,
ya que los precios siguen fluctuando mes a mes en continuas subastas.

Por ello os voy a contar este proceso artesanal, bonito y largo muy largo.
Después de matar a el animal, (oveja, vaca, cabra o incluso toro o potro) se secaban las pieles o se salaban según la conservación inicial que se quisiera dar al cuero.
A continuación se introducía en agua para volver a hidratarla, de allí se trasladaba a la pila o bombo según fuera la piel, para darle cal y los taninos necesarios (una serie de extractos vegetales que se encuentran en ciertos arboles y que después de quitar la corteza y machacarles, con el polvo sobrante se esparce para a modo de alquimistas conseguir el efecto apropiado) para así poder hacer el siguiente proceso mas fácil.
El siguiente proceso, nos lo facilitan los taninos, por los cuales podemos retirar los pelos o la lana sin dificultad alguna, a continuación se vuelve a meter en pilas para seguir el proceso, hasta que pasados unos días, y después de haber secado la pieza, se pone la piel en un trozo de madera, para poder descarnar, para después y como punto final, estirarla y darla el acabado para que ese producto, la piel, sea diferente a otros, dando el engrase justo para cada uso final.


Como nota curiosa y a la vez que hacia si cabe mas difícil este negocio, el trabajo de la piel a parte de trabajar con cal y esta ser muy dañina, para peligroso estaba la parte del proceso donde se descarnaba ya que estabas en contacto directo con la piel putrefacta y el peligro de que una mosca te picara era francamente fácil, ya que si esta lo hacia te producía septicemia, enfermedad que en la época moderna se curaba con inyecciones de penicilina, pero antes de la invención de estas, solo se curaba quemando con hierro la picadura y rezando, ya que esta no tenia cura.

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